Con el fin del impuesto PAIS, que dejará de aplicarse desde el 22 de diciembre, se abre una nueva etapa en la economía argentina. Este cambio afecta importaciones, pagos con tarjeta en el exterior y turismo, reduciendo los costos asociados y generando beneficios directos para empresas y consumidores.
El tipo de cambio para importadores será más bajo, mientras que los turistas verán un alivio en los costos de viajar al exterior. Sin embargo, la eliminación de este tributo implicará una pérdida recaudatoria de 1,1% del PBI, lo que equivale a $5,4 billones. Para compensar, se proyectan ajustes en otros impuestos como Ganancias y combustibles, incrementando su participación en la estructura tributaria.
El turismo también se verá impactado, con un incentivo creciente para los viajes al extranjero. Según el INDEC, en octubre se registró un aumento del 24,7% en turismo emisivo, destacándose destinos como Chile y Brasil. Sin embargo, el déficit en la balanza turística sigue siendo un desafío, con consumos récord en dólares mediante tarjetas.
