El Presidente decidió echar a Mondino luego de que la Canciller votara en contra de Estados Unidos e Israel, los dos principales aliados internacionales del Gobierno, en la asamblea de la ONU en la que se debatió levantar el embargo de EEUU contra la dictadura de Cuba. Según confirmó el vocero presidencial Manuel Adorni, el reemplazante será Gerardo Werthein, quien ocupaba el cargo de embajador en EEUU.
En las últimas semanas, Mondino tuvo dos bajas importantes: el vicecanciller Leopoldo Sahores, y el embajador en la ONU, Ricardo Lagorio, dos pesos pesados de la diplomacia, de extensas trayectorias, renunciaron. El primero venía resistiendo como secretario de Relaciones Exteriores a pesar de ser uno de los apuntados por la alta dirigencia libertaria, en su lucha por imprimirle un sello propio a la política internacional del Gobierno. Lo reemplazó Eduardo Bustamante, quien hasta ahora era cónsul en Montevideo. El segundo protagonizó un fuerte cortocircuito con la Casa Rosada en la última Asamblea General de Naciones Unidas. En su lugar asumió Francisco Tropepi, otro diplomático de prestigio, quien secundaba en Washington al embajador argentino Werthein.
Para sumar conflictividad, hace unos días Mondino volvió a estar en el foco de la tormenta cuando apareció en un comunicado oficial el nombre “Falklands” para referirse a las Malvinas. Mondino se había reunido con Gilles Carbonier, vicepresidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para tratar la reanudación de las negociaciones del Tercer Plan del Proyecto Humanitario, orientado a la identificación de los combatientes argentinos caídos en la Guerra de Malvinas.